Todos conocemos al clásico "quilterrier" chileno. Un perro aparentemente poco fino, más bien callejero y sin mucha gracia. Pero desde ahora su vida cambiará. Próximamente viajará a Hungría para recibir una certificación que lo reconocerá como un perro de raza: El primero y único en Chile.
El profesor Víctor Martínez guió la tesis que avalaría al terrier chileno como un perro de clase. Estudio que detectó que la crianza en el campo ha sido clave para mantener un linaje casi perfecto en estos perros. El confort y la limpieza nunca acompañaron a este ejemplar y, lejos de perjudicar a la raza, esto no hizo más que fortalecerlo.
Lo conocemos como "quilterrier", lo vemos a menudo en casas y calles y Condorito lo hizo famoso con el Washington. Nunca nos ha parecido gran cosa pero desde ahora la fama del terrier chileno cambiará. Será reconocido como un perro de raza, con clase y estirpe y podrá pararse de igual a igual ante los más elegantes de su especie. El trabajo fue duro. Convencer al mundo del pedigree de este canino no era tarea fácil y después de años de esfuerzo, de registrar a cientos de ejemplares y de un estudio científico de la Universidad de Chile, está a punto de recibir su certificación de raza.
El profesor Víctor Martínez guió la tesis que avalaría al terrier chileno como un perro de clase. Estudio que detectó que la crianza en el campo ha sido clave para mantener un linaje casi perfecto en estos perros. El confort y la limpieza nunca acompañaron a este ejemplar y, lejos de perjudicar a la raza, esto no hizo más que fortalecerlo.
De ahí que el terrier chileno mantuviera siempre su carácter de guerrero. Su lealtad le ha prohibido cruzarse con otras razas y hoy sus características se mantienen intactas. Pelo corto, hocico puntiagudo, orejas pequeñas, cola muy corta y patas compactas definen al, desde hoy, fino can nacional.
Además de ser leales, son cariñosos, inteligentes y juguetones. Hábiles cazadores de ratones, pero también excelentes mascotas para niños y adultos mayores. Viven en promedio 15 años, tienen alrededor de 4 crías y para llegar a ser reconocidos internacionalmente tuvieron que demostrar que existían más de 800 en nuestro país y que esos 800 pertenecen a, por lo menos, 8 familias de sangre pura. Requisitos que ya están aprobados y que, literalmente, le suben el pelo a nuestro perro chileno.
me parece fantástico tener nuestra propia raza. Yo tengo el mio, hace 5 meses y cumple con creces las condiciones, y la principal es haber sido acogido de la calle a nuestro hogar y no dar más que agradecimientos con sus juegos y travesuras. Necesario, encantador y sanador para nosotros los humanos.
ResponderBorrarme parece fantástico tener nuestra propia raza. Yo tengo el mio, hace 5 meses y cumple con creces las condiciones, y la principal es haber sido acogido de la calle a nuestro hogar y no dar más que agradecimientos con sus juegos y travesuras. Necesario, encantador y sanador para nosotros los humanos.
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